FIBROMIALGIA

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La fibromialgia es un dolor reumático crónico que afecta al sistema muscoesquelético y se caracteriza por tener múltiples zonas hipersensibles.
La fibromialgia (FM) o fribositis se trata de un grupo de trastornos comunes reumáticos no articulares, caracterizados por dolor y rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante, y otros muchos síntomas. No es contagiosa. La padece entre el 3% y el 6% de la población mundial y es más común que la padezcan mujeres que hombres en una proporción de 9-10:1, e individuos entre 20 y 50 años, aunque también existen casos de más jóvenes e incluso niños.
No se han detectado alteraciones físicas en las zonas que el paciente afirma sentir dolor, razón por la cual las hipótesis más actuales al respecto de su causa se dirigen hacia fenómenos de sensibilización a nivel central. Aunque el resultado del examen físico general casi siempre es normal y las personas tienen un aspecto saludable, un examen cuidadoso de los músculos de las personas con esta enfermedad, revela zonas sensibles al tacto en lugares específicos, llamados puntos hipersensibles que son áreas del cuerpo que resultan dolorosas cuando se ejerce presión sobre ellas.

CAUSAS
Aunque las causas de la enfermedad aún no han sido bien aclaradas, se piensa que puede estar causada o agravada por estrés físico o mental, traumatismo físico, exposición excesiva a humedad o frío, sueño deficiente o por padecer una enfermedad reumática.
Muchos de los casos, empiezan después de hechos puntuales, como infecciones víricas o bacterianas, accidentes de automóvil, separación matrimonial, problemas con los hijos… En ocasiones aparece después de tener enfermedades que debilitan el organismo (artritis reumatoide, lupus…). La ansiedad y la depresión no parece que sean la causa de la fibromialgia sino que estas se producen como reacción al malestar continuado que provoca la enfermedad.

SIGNOS Y SÍNTOMAS
La fibromialgia ocasiona dolor músculo-esquelético generalizado, debilitamiento intenso e incapacitante; trastornos del sueño (abundantes pesadillas, sueño no reparador, gran cantidad de descargas dolorosas en los músculos durante el sueño); alteraciones del ritmo intestina; rigidez en las extremidades superiores o inferiores, y muy frecuentemente episodios depresivos acompañados de crisis de ansiedad.
Los sitios más frecuentes en los cuales se presenta la fibromialgia incluyen la región lumbar (espalda baja), cuello, tórax y muslos. La alteración de los músculos se refiere a un calambre doloroso y localizado que en ocasiones se asocia con otras situaciones (como por ejemplo el embarazo). En algunos casos se observa espasmo muscular localizado.
Otros síntomas adicionales pueden incluir incontinencia urinaria, dolor de cabeza, migrañas, movimientos periódicos anormales de las extremidades, en especial de las piernas (síndrome de pierna de gatillo), dificultad de concentración y dificultad para recordar cosas (mala memoria); también es frecuente un aumento de la sensibilidad táctil, escozor generalizado, resequedad de ojos y boca, zumbidos y campanilleos en los oídos, alteraciones de la visión y algunos síntomas neurológicos de incoordinación motora. Se ha asociado a la Enfermedad de Raynaud como una manifestación clínica de rara presentación durante el curso de esta enfermedad.
El cansancio y la fatiga están presentes en todas las actividades que realizan las personas con fibromialgia, por lo que sus tareas cotidianas se ven inevitablemente dificultadas. Dependiendo de la gravedad y de la variación del grado, este cansancio puede ser desde soportable hasta llegar a limitar sus tareas tanto dentro del ámbito familiar como profesional.
Aceptar estas importantes limitaciones es difícil, sobre todo en los inicios de la enfermedad, y muchos enfermos/as tardan en aceptarlo, empeñándose en realizar tareas de la misma forma que antes de su enfermedad; esto es un error que lleva a empeorar cada vez más su salud. Lo cierto es que algunas tareas tendrán que dejar de realizarse, mientras que otras habrán de llevarse a cabo de una manera adaptada y menos perjudicial para su salud, si quieren mejorar su sintomatología.

DIAGNÓSTICO
Existen 18 puntos sensibles determinantes de esta enfermedad. Para diagnosticar la fibromialgia, el médico debe valorar la historia clínica del enfermo, así como los síntomas y la existencia de los denominados "Tender Points". Existen un total de 18 puntos. Se considera que puede haber una fibromialgia cuando al aplicar una presión de cuatro kilogramos sobre dichos puntos, el paciente reporta dolor en 11 o más de ellos. Esta técnica fue desarrollada por el American College of Rheumatology (Colegio Americano de Reumatología).
Estos puntos se encuentran repartidos por todo el cuerpo: rodillas, hombros, cuello, glúteos, codos, cadera… No existen pruebas de laboratorio disponibles para realizar el diagnóstico de la fibromialgia, sino que este es clínico y se establece por exclusión de otras patologías y por la presencia de síntomas y signos característicos.
La fibromialgia se confunde frecuentemente con otros padecimientos reumáticos diferentes como el Lupus Eritematoso, el Síndrome de fatiga crónica, deficiencia de vitamina D o B12, la Polimialgia Reumática o el Síndrome de Sjögren; por lo cual el diagnóstico diferencial es fundamental para el futuro del paciente, pues tanto el enfoque diagnóstico, como pronóstico e incluso terapéutico, son diferentes para cada padecimiento.

TRATAMIENTO
Se ha de tener en cuenta que mucha gente afectada por esta enfermedad ha estado parte de su vida yendo de un médico a otro sin saber qué le pasaba. La educación sanitaria, la información y la comunicación con otras personas afectadas son una forma importante de terapia. Su médico puede personalizar su plan de tratamiento para que se adapte a sus necesidades individuales. Algunas personas que padecen de fibromialgia presentan síntomas leves y necesitan muy poco tratamiento una vez que comprenden la dolencia que padecen y lo que la empeora. Otras personas, sin embargo, necesitan de un programa de cuidado completo, incluyendo medicamentos, ejercicio y entrenamiento sobre técnicas para sobrellevar el dolor.
Entre las opciones para el tratamiento de la fibromialgia se incluyen:
- Medicamentos para disminuir el dolor y mejorar el sueño (marihuana para aliviar el dolor, especies de plantas de cannabis, etc. Los medicamentos antiinflamatorios no son útiles para las personas que padecen esta enfermedad, pero dosis moderadas de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) o de analgénicos si puden aliviar parte del dolor; antidepresivos; medicamentos que facilitan el sueño para que las personas puedan tener un sueño profundo y relajar los músculos…).
- Ejercicio y terapia física para estirar y ejecitar los músculos y mejorar la capacidad cardiovascular.
- Técnicas de relajación para aliviar la tensión muscular y la ansiedad.
- Programas educativos que le ayuden a comprender y a controlar la fibromialgia.

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