MALARIA

La malaria es una enfermedad infecciosa aguda, llamada también paludismo, muy frecuente en algunas zonas del mundo, donde afecta cada año a entre 300 y 500 millones de personas. Estas zonas son África, Centro y América del Sur, Oriente Medio, Sudeste de Asia, China y Oceanía. En nuestro país sólo la padecen las personas que se han contagiado al viajar a estas zonas.

CAUSA
Se trata de un parásito llamado Plasmodium, perteneciente al grupo de los animales más rudimentarios (protozoos). Existen cuatro variedades de este parásito llamadas falciparum, vivax, malariae y ovale.

CONTAGIO

Se contagia por la picadura de las hembras de una clase de mosquitos llamados anofeles, que, a su vez, se han contagiado al picar a personas afectadas por la enfermedad. El parásito tiene un desarrollo muy complejo, pues pasa por varias fases, unas en el mosquito y otras en el hombre. En éste, primero va al hígado y después pasa a la sangre, penetrando dentro de los glóbulos rojos, en los que se desarrolla tanto que los rompe y entra en otros glóbulos. El contagio también puede ocurrir de la madre al feto y por transfusiones de sangre.

SEÑALES
Aparecen entre 8 y 30 o más días después del contagio, pero, en ocasiones, puede tarda hasta 9 meses. Después de unos días con malestar, cefalea y dolores musculares, de repente se sufren escalofríos durante 15-60 minutos, seguidos de fiebre muy alta que dura de 4 a 6 horas, pasadas las cuales aparece una gran sudoración. Estas fiebres se repiten de forma irregular o bien cada tercer o cuarto día, según la clase de plasmodium, por lo que se han llamado fiebres tercianas o cuartanas, pues se producen cuando el parásito rompe los glóbulos rojos y pasa a la sangre.
Según la clase de parásito, la infección, a veces, desaparece en 6-8 meses sin tratamiento, pero puede persistir durante bastantes años.

GRAVEDAD
El daño más grave, sobre todo en niños, es el causado por el plasmodium falciparum, pues, sin tratar, el 25% de los afectados mueren en 15 días por complicaciones en varios órganos.

PREVENCIÓN
Antes de viajar a países de zonas afectadas, hay que ir al médico para que nos dirija a un centro de sanidad donde nos indican el medicamento adecuada para eliminar el tipo de parásito existente en la zona que se visite. Sin embargo, a pesar de tomarlo, se puede contraer la enfermedad, por lo que hay que evitar las picaduras del mosquito usando repelentes, insecticidas, mosquiteras y reduciendo al máximo las partes del cuerpo descubiertas. En la actualidad existen muchas esperanzas de controlar la enfermedad con una vacuna que, en niños de 1 a 4 años, disminuye un 35% los afectados y un 50% los casos graves. Su comercialización está prevista para el año 2010.

FOTOS

http://www.educarex.es/cnice/biosfera/alumno/2bachillerato/micro/imagenes/malaria2.jpg


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