DIABETES

El 6,5% de los españoles adultos sufren diabetes, una enfermedad que ya empieza a considerarse como la gran epidemia del siglo XXI. La obesidad, los malos hábitos… son los culpables de este aumento. Nuestro estilo de vida, por lo tanto, puede hacer mucho para evitarla. Según datos proporcionados por la OMS, en los próximos 10 años, los casos de diabetes aumentarán en más de la mitad. Por esta razón, los especialistas hacen hincapié en la necesidad de detectarla antes de que afecte a nuestra salud de forma irreversible.

¿QUÉ ES?
Es un trastorno metabólico de carácter crónico que se produce cuando no se metabolizan correctamente los azúcares o hidratos de carbono, aumentando así los niveles de glucosa en la sangre. Esta circunstancia hace que, si no se controla, la diabetes tenga efectos muy negativos en el organismo, provocando graves problemas vasculares y trastornos renales, oculares y cardíacos.
Foto > pie diabético

TIPOS
Hay dos tipos principales de diabetes: la de tipo 1 o juvenil, que afecta a menores de 30 años; y la de tipo 2 o del adulto. En la primera, el organismo produce muy poca cantidad de insulina o nada, por lo que es necesario suministrársela a la persona que la padece mediante inyecciones. La segunda es más frecuente, afectando al 90% de los diabéticos, y el debida a que, cuando la glucosa aumenta, el páncreas no puede producir más cantidad de insulina, o bien ésta no tiene efecto. Además de existir una predisposición genética, suele estar propiciada por el sobrepeso.

SÍNTOMAS
Aunque puede presentar síntomas, muchas veces son tan leves que apenas los notamos. Por esta razón es conveniente estar atentos a ellos. Los más frecuentes son: aumento de la cantidad de orina, sensación exagerada de hambre, sed excesiva, debilidad y cansancio, pérdida de peso, irritabilidad, malestar en el estómago, frecuentes infecciones, problemas de visión, picor o entumecimiento en las manos o en los pies, infecciones también frecuentes en piel, encía o vejiga.



PREVENCIÓN
La diabetes tipo 1 no puede prevenirse, pero si la de tipo 2, al estar relacionada con la obesidad y el sedentarismo y se puede evitar adoptando unos hábitos de vida saludables, llevando una dieta sana, controlando el sobrepeso, haciendo ejercicio físico y dejando el alcohol y el tabaco, ya que son dos hábitos nocivos que resultan muy perjudiciales.

PRUEBAS
Para el diagnóstico de diabetes se realizan dos tipos de pruebas: un análisis de sangre en ayunas que puede darnos un primer aviso. Primero se realiza un análisis de sangre en ayunas. Si el nivel de azúcar en sangre es igual o mayor a 126 mg/dl se hace el diagnóstico de diabetes. Si el nivel está entre 110 y 126 mg/dl se deberá realizar una curva de tolerancia a la glucosa que es la segunda prueba. Primero se realiza un análisis de sangre en ayunas, se toman 75 g de azúcar y, a las dos horas se hace un segundo análisis. Los valores deber ser inferiores a 110mg/dl en la primera muestra y 140 mg/dl en la segunda muestra.
Es importante que se sometan a las pruebas los grupos de riesgo para detectar a tiempo la enfermedad y tomar las medidas adecuadas frente a ella.

GRUPOS DE RIESGO
Las personas que tienen mayor riesgo de sufrir diabetes son todas aquellas que tienen antecedentes familiares con esta enfermedad, las mujeres que hayan sufrido diabetes gestacional o que hayan tenido hijos con un peso al nacer superior a los 4 quilos, tener la tensión arterial alta o tomar fármacos para controlarla, tener niveles altos de colesterol, padecer problemas cardiovasculares.

EDAD Y ESTILO DE VIDA
Mientras que la diabetes tipo 1 es básicamente de origen genético, la diabetes de tipo 2 tiene mucho que ver con nuestros hábitos de vida. Las personas sedentarias y con sobrepeso, sobre todo si son mayores de 45 años, deberían someterse a chequeos periódicos, ya que el riesgo a sufrirla es mayor.

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