SARAMPIÓN

El sarampión es una enfermedad aguda, una virosis humana que la sufren con más frecuencia niños pequeños. Es contagiosa y se transmite de persona a persona, por gotitas de secreciones respiratorias y menos frecuentemente por vía aérea. Su periodo de mayor contagiosidad es durante la etapa anterior a la erupción, pero continúa en tanto permanezca el exantema. Es la enfermedad infecciosa que mayor mortalidad causa en el mundo, dentro de las enfermedades que son inmunoprevenibles.

¿QUÉ ES?
Es una enfermedad aguda, muy contagiosa, causada por un virus de la familia paramixovirus. Se trata de una enfermedad de trasmisión rápida y puede ocasionar graves complicaciones.

SÍNTOMAS
El primer síntoma típico es la fiebre que puede llegar a alcanzar los 40 grados, nariz moqueante, conjuntivitis, tos seca, malestar general, hipersensibilidad a la luz… Por lo general al tercer día aparecen ronchas pequeñas, irregulares y de color rojo, con centro blanquiazul que aparecen dentro de la boca, conocidos como manchas de Koplik, antes de que aparezcan las grandes erupciones en la cara que posteriormente se extienden al tronco y extremidades, mientras empiezan a desaparecer de la cara. Los sarpullidos y la fiebre desaparecen gradualmente durante el 7º y 10º día, desapareciendo los últimos rastros de las erupciones generalmente a los 14 días.

CONTAGIO
Se contagia con unas pequeñas gotas de secreciones expulsadas por la personas enferma al hablar, estornudar o toser. Se puede contagiar desde tres días antes de iniciar la fiebre y la tos, hasta cuatro días después de que aparezcan las ronchas.
En mujeres que padecen el sarampión durante el embarazo aumenta el riesgo de parto prematuro o aborto espontáneo.

GRAVEDAD
En general es de curso benigno, pero pueden ocurrir complicaciones en el oído, neumonía, diarrea, ceguera o sarampión hemorrágico que causa sangrados generalizados e inflamación del cerebro (encefalitis). Las complicaciones son generalmente más severas entre los niños y adultos que se contagian por el virus.

DIAGNÓSTICO
Debe realizarlo un médico, el cual identifica los signos y síntomas característicos de la enfermedad y lo confirma por laboratorio (porque existen enfermedades que pueden confundirse con el sarampión) mediante muestras de sangre, orina y muestra de la garganta.

PREVENCIÓN
Recibiendo una vacuna específica anti-sarampión y evitando el contacto con personas que presentan la enfermedad.

TRATAMIENTO
No existe un tratamiento específico para el sarampión. Los cuidados están encaminados al control de la fiebre y la tos. Hay que evitar la ingesta de aspirina y jarabes con codeína en niños menores de 12 años. Deben administrarse líquidos abundantes, reposo y una alimentación adecuada que ayude al paciente a sentirse mejor.
Algunos niños pueden necesitar suplementos de vitamina A, que reduce el riesgo de muerte y complicaciones en los niños que viven en los países menos desarrollados. Sin embargo, debido a que estos niños tienen deficiencia en vitamina A, no está claro si los niños en otros países se beneficiarían con dichos suplementos. Las personas con deficiencia de esta vitamina tienen más posibilidades de contraer esta enfermedad.
La ribavirina, un antiviral, puede ayudar en los casos graves o cuando el sistema inmunitario del niño está debilitado. Sin embargo, este medicamento no ha sido evaluado completamente y su uso para este efecto no está aprobado por la FDA.
En mujeres embarazadas, para evitar que algunos problemas se relacionen con la vacuna, se recomienda no aplicarla durante el embarazo.

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